“La gente se está acostumbrando de a poco a salir, principalmente los fines de semana, por lo que nos estamos preparando” explicó una empleada de un local gastronómico.
“En cuanto a la gente, se observan diferentes actitudes de consumo; algunos vienen a desayunar, otros a almorzar y también se va recuperando el público que concurría a cenar en familia. La gente se cuida, trae los barbijos, porque se está adaptando a esta nueva realidad".
“Todavía falta volumen de público, que veíamos normalmente durante los fines de semana. Pero la gente, principalmente la grande, está empezando a salir, porque está muy cansada de tanto tiempo de estar encerrada. Otro de los aspectos que condiciona es la situación económica, donde claramente el dinero no alcanza” explicó.
Respecto a la peatonalización de la costanera todavía no hay panorama en cuanto al impacto que ha tenido: “ hay que dejar pasar el tiempo para poder evaluar si ha sido conveniente o no; es difícil conformar a todos los comerciantes".
“Los locales de a poco van a empezar a abrir. Algunos estamos abriendo los fines de semana, hasta que se vea un mayor movimiento, y de esta manera abrir todos los días, pero en la actualidad no es conveniente" expresó Carolina.