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Por calidad y convocatoria, la Expo Rural se consolida como la muestra de su tipo más importante de Entre Rí­os

La Expo Rural Gualeguaychú demostró una vez más que es la muestra más importante de la provincia. Miles de visitantes ratificaron la vigencia de una exposición integral y para todos los públicos. Definitivamente se posiciona como el evento más convocante por fuera de la temporada veraniega.

15 Sep, 2019, 12:53 PM
Expo Rural Gualeguaychú 2019
Expo Rural Gualeguaychú 2019

Desde el viernes y hasta el domingo, el predio ferial de la Sociedad Rural se vio desbordado de visitantes que pudieron disfrutar de una muestra variada y con atracciones de distinta índole. De esta manera, pudieron disfrutar de charlas técnicas; espectáculos artísticos; pruebas de caballos Criollos y Appaloosa; de la 6º Exposición Nacional del Hampshire Down y restaurante de carne ovina; el concurso del cordero guacho, demostraciones de perros pastores; clase de cocina ovina y degustaciones; demostraciones de esquila; más de 100 animales en la Granja Demostrativa y Vivencial; la muestra ganadera que reunió a cerca de 600 animales entre bovinos, equinos y ovinos; remates; una gran propuesta culinaria; el curso de alambradores; el concurso de vientres; un número récord de stands; entre muchas otras opciones.

 

“La gente respaldó tanto esfuerzo”

 

Desde la SRG, su presidente José Ignacio Colombatto destacó que el acompañamiento del público “fue extraordinario”, dijo y aseguró que “este fin semana ha sido récord para la muestra y eso nos llena de alegría. El público que nos visitó el sábado no tiene antecedentes. En verdad, estamos muy contentos”, recalcó.

 

Asimismo, explicó que “esto no se logra de la noche a la mañana ni por generación espontánea, esto es fruto de un trabajo de mucho tiempo de empleados, cabañas, sponsors, comerciantes, industrias, músicos, dirigentes, entidades, entre muchos otros protagonistas que apuestan a la Expo y a ciudad”.

 

En tanto reconoció que “dejar la vara tan alta nos genera la sana inquietud de cómo vamos a hacer para superar esta edición. Por eso en breve ya comenzaremos a trabajar en la edición 2020 de la Expo. Es todo un desafío que vamos a asumir con entusiasmo. Ésta ya es la muestra de la toda una ciudad y apuntamos a que siga creciendo”, finalizó.

 

El discurso

 

A la hora del acto inaugural, Colombatto tuvo fuertes críticas al accionar el gobierno provincial, recordó que la entidad no es escuchada por el intendente, exigió al gobierno nacional la inmediata puesta en marcha de los Centros de Acopio Transitorio e instó a tener “memoria”.

 

A continuación, algunos de los fragmentos del discurso:

 

“Desde el inicio de la gestión entendimos que debíamos ser una institución de puertas abiertas, que defendiera al asociado pero con una fuerte presencia en la comunidad. Y en ese marco de involucramiento y participación hemos conseguido avanzar en distintos aspectos: llevamos adelante la capacitación a la Policía Departamental y a la Brigada de Prevención de Delitos Rurales en lo atinente a la legislación respecto de aplicaciones de fitosanitarios; impulsamos y gestionamos la puesta en marcha de los Centros de Acopio Transitorio; participamos en la Mesa de Apoyo al Aeródromo; colaboramos con la Asociación Civil de Equinoterapia “El Establo”; hemos iniciado un convenio de cooperación con Radio Nacional; junto al INTA y la Corporación del Desarrollo realizamos actividades en conjunto, acudiendo al encuentro del pequeño productor y participamos del Foro Ambiental, de FUCOFA, entre muchas otras acciones junto a instituciones y entidades de Gualeguaychú.

 

Vialidad es la expresión más genuina del desinterés del gobernador por la producción: caminos inexistentes, destruidos, maquinaria insuficiente y obsoleta, mínimo presupuesto para combustible. El gobierno entrerriano no dimensiona el problema. No advierte que está castigando a uno de los sectores que más apuesta al desarrollo. No entiende que frena la producción y castiga a las familias rurales. Y aclaramos que este planteo no está dirigido a los titulares de las zonales ni a sus empleados que hacen lo que pueden, poniendo su capacidad y voluntad.

 

En caminos que a veces parecen sendas del siglo 19 los maestros no pueden ir a dar clases, ni las familias salir por emergencias médicas. Están logrando que la gente cada día elija la ciudad por la falta de servicios y condiciones mínimas para una vida digna. La falta de una política vial ha llevado que los dispersos intentos de solución hayan sido parciales y temporarios. Las consecuencias del escaso tránsito y la bajísima velocidad de desplazamiento se transforman en éxodo rural, empobrecimiento y atraso económico.

 

Padecemos una voracidad fiscal que no tiene precedentes. Los costos que enfrentamos de Ingresos Brutos y de Inmobiliario Rural son paralizantes del sistema productivo. Con un agravante serio: en otras provincias gran parte de lo recaudado por Inmobiliario Rural va al mantenimiento de los caminos rurales. Acá va a una caja negra para mantener la burocracia política. En nuestra región, salvo a cuentagotas, no tenemos obras de infraestructura. Los puentes se caen y ahí quedan; el monte tapa el camino y ahí queda. En Entre Ríos, la infraestructura necesaria para acompañar la producción brilla por su ausencia.

 

A ello debemos agregar tal vez la tarifa eléctrica más cara del país compuesta en gran parte por impuestos. Con este panorama cuesta ser competitivos. En Corrientes por ejemplo, producir arroz cuesta un 50 por ciento menos. 

 

Otro eje que ha frenado todo intento de recuperación económica provincial es esta falsa antinomia entre producción y protección del ambiente. Las idas y vueltas respecto de si podíamos o no sembrar, han conspirado con la previsibilidad que reclamamos. En este sentido la Justicia por un lado y la demora del Ejecutivo por otro a la hora de la confección de los decretos han paralizado por meses a los productores. Y si bien hoy el decreto permite la tarea agrícola, una provincia productiva necesita una ley moderna e integral.

 

Cuando se trata de temas ambientales, pareciera que en Entre Ríos impera el “Ni”. Los funcionarios no terminan de decidir nada por miedo a escraches de grupos radicales y se actúa de acuerdo al humor social y no en base a políticas de Estado. Los fanáticos no debieran marcar la cancha, primero porque siempre el fanatismo es irracional y segundo porque muchas veces sólo usan esa pose artificial para su posicionamiento político individual.

 

Entendamos que la producción y lo ambiental no se contraponen.  Desde la Rural apoyamos las buenas prácticas agrícolas y nunca defenderemos a los productores que hacen mal las cosas, porque somos fervientes guardianes del medio ambiente. 

 

Y en este mismo sentido exigimos que el ministro Bergman, titular de la Secretaría de Ambiente de la Nación, agilice el sistema de trazabilidad de los envases de fitosanitarios, poniendo en marcha los Centros de Acopio Transitorio.

 

En lo que respecta a la ciudad, seguimos sin estar en la agenda del intendente. Intentamos ser escuchados, pero ha sido en vano. Recordemos que sigue vigente la prohibición del uso de fitosanitarios en casi 20 mil hectáreas. Se ha prohibido de la noche a la mañana a nuestros productores a trabajar la tierra bajo los sistemas que hoy imperan en la Argentina y en el Mundo. Los productores locales han sido castigados y demonizados, y se ha dirigido una fuerte campaña haciéndonos culpables de muchos males. Que quede claro: acá no se puso en marcha una política de producción, sólo existe la imposición de un pensamiento ideológico que ha decidido proscribir a productores gualeguaychuenses.

 

Asimismo y si bien ya lo hemos hecho público, no nos oponemos a la agroecología. Es más, creemos que todos los sistemas productivos deben ser alentados. Sólo que entendemos que uno no puede reemplazar al otro de un día para otro, sin transición, sin mediar un proceso reconversión y llevando a la quiebra a los productores.

 

No hacemos seguidismo del Gobierno Nacional. Hemos marcado varias diferencias con las políticas implementadas. Pero no obstante ello, advertimos en los productores cierta preocupación por el resultado de las últimas elecciones. El kirchnerismo ha colocado al campo siempre como un enemigo, nos quitó previsibilidad, renta, destruyó actividades como la lechería, le hizo perder al país millones de cabezas, las exportaciones dependían del humor del gobernante de turno, entre tantas medidas contrarias al sector. Para colmo, ahora vuelven con la idea de la Junta Nacional de Granos, atrasando décadas. Por eso, sólo les pido que tengamos memoria y no sucumbamos a los cantos de sirenas.

 

En este tiempo hemos recobrado el diálogo, se han eliminado infinidad de trámites burocráticos y tenemos una cierta previsibilidad, fundamental para un círculo virtuoso a la hora de amortizar una máquina, engordar un novillo, reconvertir un tambo o comprar vientres.

 

Atravesamos momentos complicados desde lo económico y social. Lo sabemos y lo entendemos. Los productores no somos ajenos a esta coyuntura, pero también comprendemos que cambiar la matriz productiva luego de años de un Estado vampiro, no es simple.

 

En este escenario, los productores solamente pedimos no ser víctimas exclusivas del ahogo fiscal. No queremos que siempre nos elijan como variable a la hora de atacar un sector productivo. Los Gobiernos, y en esto incluyo a los tres estamentos, deben entender que el campo, el entrerriano en este caso, es un aliado del crecimiento, del empleo y del aporte al fisco. Pero para producir necesitamos reglas claras, políticas estratégicas, caminos, seguridad y condiciones de educación y salud en las zonas rurales. Los productores entrerrianos estamos hartos de que ciertos sectores políticos nos usen de blanco para lanzar sus dardos ideológicos y en nombre de esas ideas retrógradas, queriendo o sin querer, también castiguen a los habitantes de la Entre Ríos profunda”.

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