Nicolás Albornoz, propietarios del taller ubicado en calles Pedro Jurado y Andrade, mantuvo un encuentro con la fiscal Lucrecia Lizzi el pasado sábado, mientras sus vecinos y amigos se manifestaban en la calle pidiendo por el esclarecimiento del robo y por otros hechos ocurridos en la zona.
En diálogo con RADIO MÁXIMA, Nicolás se refirió a los dos allanamientos que se realizaron el mismo sábado de la protesta en horas de la noche y contó que “no sabemos nada, supimos por ustedes que se habían realizado dos allanamientos pero nosotros no hemos tenido novedades y nadie nos ha llamado. Estamos trabajando un poco con herramientas prestadas, porque no hemos recuperado nada”, manifestó.
Consultado sobre la manifestación realizada en la esquina Pedro Jurado y Andrade, junto a vecinos del lugar, Albornoz expresó que “si nosotros no hubiéramos hecho esa movida estaríamos peor, gracias a eso la fiscal se puso al tanto de lo que nos había pasado y me mandó a llamar. Tuve una reunión con la fiscal el sábado pero el robo fue el miércoles”, se lamentó.
Respecto del avance de la investigación, contó que “nosotros agarramos al que entró al taller, dijo a quien le había vendido todo y necesitábamos una orden de allanamiento para poder encontrar las cosas que estaban en un lugar. No se dieron las órdenes y perdimos lo concreto que teníamos. La fiscal me dijo que ella no tenía esa información que teníamos nosotros, de donde estaban las cosas y quien había entrado, ella me dijo que desconocía todos esos datos y por eso no se habían dado. Pero la policía se lo dijo a los medios en la protesta también, ellos hicieron su informe, no creo que no lo hayan hecho porque estuvieron siempre y se movieron, teníamos todos los datos y se les dio dos días más para que desaparezcan todo. El que entró me lo reconoció y estaba la policía conmigo cuando lo dijo. Dijo a quien le había vendido las cosas, donde las tenían, pero faltó decisión de la justicia. Es gente conocida, al menos para la policía, para todos, nosotros fuimos a tratar de negociar, al menos que me las venda, pero el negó tenerlas y dijo que no compraba esas cosas. Después el que reconoció haber entrado al taller, terminó detenido, pero por una contravención, es decir por otra cosa. La verdad no entiendo, o me miente la policía o me miente la fiscal, porque ella desconocía todo esto me dijo y yo estoy recontra sorprendido con todo esto. Más de todo lo que hecho, no puedo hacer. Yo necesito las cosas, son mías y las quiero recuperar”, finalizó.
