“Los gatos sufren igual y también van a los calefactores casi a quemarse”, indicó Colombatto. Entre los cuadros detectados que pueden desencadenarse tras el repentino cambio de temperaturas, se encuentran la rinitis, congestión nasal, conjuntivitis, laringitis, entre otros. “Si no los cuidamos se pueden complicar y terminar en neumonías o bronconeumonías”, explicó.
Respecto a los abrigos, el profesional recomendó que en el interior del hogar, los animales no usen ropa salvo excepciones, cuando salgan a caminar en parques y plazas, especialmente aquellos que tienen pelo corto.
Asimismo, en caso de detectar síntomas respiratorios en los animales, Colombatto recomendó la consulta con el médico, y la importancia de no automedicarlos.
