Landra remarcó también “el gran esfuerzo” que hizo la gente que viajó para acompañarlo desde Maciá, Victoria, Rosario del Tala y Gualeguaychú. “Los sacerdotes recorremos muchas comunidades y uno se reencuentra con las personas con las que compartió experiencias”, y agradeció la presencia de familiares y amigos que se acercaron de distintos puntos de la provincia y del país. “Lo celebré con mucha serenidad, más allá de los nervios”, contó.
El monseñor Landra relató que uno de los momentos de mayor emoción fue cuando le tocó hablar a la comunidad presente y cuando recibió la Santa Unción, afirmó que lo sintió “como un regalo del Espíritu Santo, les puedo asegurar que eso no es cuento”, señaló.
El Obispo se refirió además, al contexto actual de la Argentina, y llamó a valorar la paz por encima de otras preocupaciones y se sumó de esta manera, al pedido de otras autoridades de la Iglesia, respecto a la importancia de analizar los próximos días decisivos para la Argentina.
“Los obispos en varias oportunidades y en esta circunstancia también han dado su comunicado en torno a lo que significa elegir y revisar cómo estamos como argentinos. Las expectativas pasan por representar un derecho que tenemos todos como ciudadanos, de elegir y acompañar a los elegidos. Necesitamos a salir de muchos pozos, algunos son económicos, otros de organización, de capacidad de reconciliación, hay heridas hace mucho tiempo y por muchos motivos”, manifestó.
Landra resaltó que es importante recordar que “estamos sanos y podemos alegrarnos de que no nos pasa como a otras sociedades” y pidió para la Argentina “una paz que no es la ausencia de violencia física solamente, una paz social que sea también, no verlo al otro como un contrario o un opositor, sino como alguien que tiene mucho para compartir”, indicó.