Un comandante retirado de Gendarmería de Gualeguaychú, imputado en una causa de Lesa Humanidad

La fiscal federal Josefina Minatta informó en RADIO MÁXIMA que sigue adelante una causa por “brutal persecución” contra militantes políticos en Concepción del Uruguay por parte de “una patota” de Gendarmería, que incluyó golpes, torturas y privación ilegal de la libertad, durante la dictadura.

25 Oct, 2023, 12:44 PM

Un hecho ocurrió en una casa, y otro en Banco Pelay, dijo la fiscal, quien agregó además, que también niños fueron víctimas del accionar ilegal y del maltrato.

 

Los imputados son el comandante general retirado de Gendarmería Nacional, Roberto Caserotto, oriundo Gualeguaychú, y el comandante mayor Néstor Alfredo Gómez Del Junco, oriundo de Córdoba. Ambos negaron los hechos. El juicio se realizaría el año próximo.

 

Minatta señaló que se investigan dos hechos puntuales, que formaron parte de la persecución que sufrió el Partido Comunista en la ciudad de Concepción del Uruguay, en dos ocasiones. Una de ellas, ocurrió en mayo del 1977, en un hecho conocido como “La noche del cumpleaños”, cuando el grupo comunista estaba celebrando con un asado, un cumpleaños, en un domicilio, en el que también se encontraban dos menores de edad.

 

“En este momento irrumpe esta patota de Gendarmería nacional, para hacer un allanamiento ilegal y detener a las personas, de una forma muy brutal. Apuntaron en la cabeza a una niña, que tenía en ese momento, 4 años. Separaron a las mujeres de los varones, y a estos los subieron a un camión, fueron golpeados varios días en la gendarmería, hasta que fueron liberados”, relató. La pareja y los hijos no pudieron salir del domicilio durante diez días.

 

El otro hecho sucedió en enero de 1978, en lo que se conoce como “La noche del Banco Pelay”. En esta ocasión, el grupo comunista estaba realizando una guitarreada, en un balneario. La fiscal explicó que “se cortaron las luces y detuvieron a dos de ellos, uno estaba con su hijo de once años. El niño quedó toda la noche solo en Banco Pelay, fueron golpeados y torturados en la parrilla y con la picana. Luego fueron dejados en libertad, cuando los liberaron buscaron al niño y estaba en estado de desesperación”

 

Respecto a ambos casos, Minatta manifestó que demostraron “saña contra los niños” y sostuvo que “fueron brutalmente amenazados, vieron y presenciaron la detención de sus padres y tuvieron que permanecer encerrados varios días o abandonados a su suerte (…) No se les perdonaba, por más que fueran niños, había un patrón contra ellos. El encierro de niños se vio también en varios lugares y por eso se los considera como una víctima más”, explicó.

 

Tanto Caserotto, como Del Junco manifestaron en varias oportunidades tener problemas de salud, y ante esto el juicio era suspendido en reiteradas instancias. Minatta señaló que, en estos períodos, los imputados realizaron varios viajes al exterior, por lo cual se realizaron evaluaciones médicas que finalmente determinaron que ambos acusados “tenían capacidad para estar en juicio y pudimos volver a reiniciar la causa”, destacó.

 

 

 

Los delitos de Lesa Humanidad no prescriben

 

“Son los delitos que nuestro Código Penal considera muy graves, y también las convenciones internacionales y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Hay hechos, que por su gravedad, y por atentar contra toda la población, nunca deben ser dejados de juzgar y a los Estados les interesa que se conozca lo ocurrido en esos casos, por eso no prescriben, pese al paso del tiempo”, explicó la fiscal.

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