

El municipio, a partir de un trabajo encarado por la secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura, avanza con una intervención estratégica en la esquina de Clavarino y Misiones, en la zona norte de la ciudad, que combina infraestructura hidráulica, vial y de seguridad ciudadana.
Se trata de la extensión de la desembocadura del Canal Clavarino, un conducto de cuatro vanos —tres de 2,20 metros de ancho y uno de 2,50 metros, todos de 1,20 de altura— cuya función es encauzar las aguas pluviales que llegan desde distintos barrios del norte de la ciudad hacia el río Gualeguaychú.
En esta etapa se prolongará el vano de 2,50 metros de ancho en una longitud de 12 metros. La estructura se ejecuta íntegramente en hormigón armado y con personal propio de la secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura, lo que optimiza costos y asegura control directo de calidad.
Esta ampliación permitirá completar el tramo de pavimento faltante de calle Clavarino, incluyendo la construcción de vereda sobre el lado norte. La nueva calzada conectará de manera continua la esquina de la desembocadura con el boulevard De León, facilitando la circulación vehicular y peatonal, y brindando a la zona un marcado carácter de urbanización formal, en un sector donde actualmente existe un asentamiento.
La intervención ya es visible en el frente de obra, donde se ejecutan las encofraduras y refuerzos de hierro que sostendrán el futuro tramo de conducto. El canal continuará garantizando su función de desagüe pluvial, clave para evitar anegamientos en episodios de lluvias intensas.
Estos trabajos forman parte del Programa de Reconstrucción Vial +CAMINOS, que contempla la planificación, logística y ejecución de mejoras integrales en la red vial urbana. Las obras son ejecutadas con personal y recursos municipales, reafirmando el compromiso del gobierno local con la mejora continua del espacio público.
Un nuevo espacio de seguridad ciudadana
Sobre la superficie generada por la extensión de la desembocadura se instalará, además, una de las cinco Oficinas Urbanas de Seguridad que el Municipio desplegará en puntos estratégicos.
Estas dependencias estarán conformadas por contenedores de acero reacondicionados de 6,05 metros de largo, 2,43 de ancho y 2,59 de alto.
Antes de su adaptación, cada módulo será inspeccionado para garantizar su perfecto estado estructural y asegurar que no presente abolladuras ni fallas que comprometan su durabilidad. Los espacios se diseñarán con altos estándares de calidad para funcionar como puestos de atención y coordinación de acciones de prevención y control en los barrios.
Impacto urbano
Con la prolongación del conducto y el pavimento, el municipio no sólo mejora la capacidad de desagüe, sino que genera condiciones para el crecimiento ordenado: la pavimentación, la nueva vereda y la futura Oficina Urbana de Seguridad consolidarán un punto neurálgico del norte de la ciudad, favoreciendo la conectividad y la calidad de vida de las familias del sector.
La obra, planificada y ejecutada con recursos municipales, refleja la decisión de fortalecer la infraestructura urbana y la seguridad en todos los barrios de Gualeguaychú, sumando soluciones integrales que combinan desagüe pluvial, pavimento, espacio público y servicios de prevención ciudadana.
Historia y contexto
El Canal Clavarino es una de las principales obras de desagüe pluvial de Gualeguaychú. Su traza se remonta a los primeros planes de saneamiento urbano de comienzos del siglo XX, cuando se abrió una zanja a cielo abierto para conducir los excedentes de lluvia hacia el río Gualeguaychú.
Durante décadas fue un cauce a cielo abierto que atravesaba sectores residenciales y fabriles, generando riesgos de inundación y problemas de salubridad. A partir de la década de 1990 comenzaron los proyectos de entubamiento, con el objetivo de integrar la infraestructura hidráulica al tejido urbano y recuperar espacio público.
El tramo final, que desemboca en la intersección de Clavarino y Misiones, fue entubado en 2006 con conductos de hormigón armado de gran capacidad, permitiendo mejorar el escurrimiento de aguas pluviales y habilitar la pavimentación de calles aledañas. Esta nueva etapa continúa esa política de integración entre obras hidráulicas y urbanización.
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