
La denunciante comentó que su estado de salud se mantuvo estable, hasta los últimos días en los que la crisis por epilepsia comenzó a manifestarse nuevamente. “Tuve que volver a ver a mi médico, venía bien pero empecé de nuevo con los nervios y las convulsiones”, manifestó la víctima.
En este sentido agregó además, que “no fue difícil denunciarlo porque a mí no me quería como hija, me quería como mujer. Y después supe que acosó a mis hijas desde los 12 años. Yo a él lo denuncié unos días antes y después se conocieron las denuncias de las nenas, que estaban amenazadas por él”.
“Tengo mucha fe en Dios y espero que la Justicia decida”, expresó María.