El Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay condenó a la joven, a 3 años de prisión de ejecución condicional y ordenó que sea expulsada del país, por haber ingresado irregularmente en una avioneta con 359 kilos de cocaína. La mujer de 22 años, es sobrina de Jorge Adalidad Granier Ruiz, un confeso narcotraficante mayorista.
La defensora oficial María José Bonifacino llegó a un acuerdo con la fiscal María Josefina Minatta para firmar un juicio abreviado, es decir, que «Chabela», como se hacía llamar en las redes sociales, reconociera su participación en el delito a cambio de una morigeración en la pena, en este caso, que fuera de ejecución condicional y expulsada con prohibición de reingreso con carácter permanente.
Para eso, la fiscal consideró que la joven, ganadora a los 16 años de la Miss Fexpo Borja 2019, fue «una mera acompañante» de su pareja, el piloto brasileño Leonardo Monte Alto Gusmao, de 52, y que «conoció la verdadera finalidad del viaje durante el transcurso del mismo». La jueza María Emilce Rojas, en representación del tribunal, homologó así el acuerdo de juicio abreviado.
Como había anticipado Encripdata, «Chabela» aprovechó el encierro para analizar la Ley 25.871 de Migraciones, las modificaciones y, especialmente, el Decreto 366/2025, firmado en mayo por el presidente Javier Milei y su gabinete en pleno, y, a través de su defensora oficial, solicitó que la Argentina la expulsara para regresar lo más rápido posible a Bolivia, y eso es lo que acaba de suceder.
Camioneta abandonada
La Gendarmería encontró el 22 de enero la avioneta y el cargamento abandonados en Ibicuy, Entre Ríos, y detuvo, no muy lejos de allí, al piloto brasileño y a la modelo boliviana.
Los fiscales Pedro Rebollo, de Gualeguaychú, y Diego Iglesias y Martín Uriona, de la Procunar, fueron por más: así llegaron hasta uno de los dueños de la avioneta, Steven Alessandro Villanueva Tomás, al menos en los papeles, y el dueño del cargamento, José Antonio García Nazario, ambos peruanos.
A Nazario, prófugo, lo buscan con una orden de captura internacional. Las autoridades ya descubrieron dónde «enfriaba» los cargamentos. Se trataba de un campo de General Rodríguez, donde tenía a disposición una caleta para, literalmente, enterrar los «ladrillos». Durante los allanamientos, la Gendarmería halló 23 kilos y en un departamento de Buenos Aires, 26 kilos más.
De regreso a «Chabela», la expulsión del país con prohibición de reingreso con carácter permanente es un lugar común, pero vacío. Y la prueba está en el expediente: aquel 22 de enero, cuando debieron abandonar la avioneta, Nazario corrió hasta Ibicuy para rescatarlos a ellos o, al menos, a «su avioneta».
Para ese viaje le pidió ayuda a Edson Siles Arias, un camionero boliviano que arrastraba una sentencia a 6 años de prisión por traficar 193 kilos de cocaína en 2016, en un caso que rozó a la Tupac Amaru, la organización social de Milagro Sala en Jujuy.
El condenado tenía prohIbido regresar al país, pero aquí estaba. Como «Chabela».
Fuente. Encripdata. Agustín Ceruse.