Una fábrica de Gualeguaychú produce unos 12.000 alfajores por hora en la Costa Atlántica

La fabrica de “Alfajores Carro”, atraviesa un gran momento comercial con una producción que crece a diario, para poder responder a la gran demanda desde diferentes lugares del país”  

Berta Tejera de Carro, es la propietaria y la responsable del éxito comercial. Ella tiene 73 años, nació en Larroque  y luego se radicó en Gualeguaychú para enfocarse en la pastelería que llevaría como marca el apellido de su esposo: “Carro”.

“Hoy tenemos una demanda enorme en gran parte de la Argentina. Nosotros comenzamos desde muy abajo y hoy estamos con una fabrica en la Costa Atlántica”.

Berta con un poco de nostalgia pero con gran orgullo cuenta que “Nosotros teníamos la Pastelería Carro en Gualeguaychú, y desde allí le fuimos agregando diferentes productos. Comenzamos a vender la producción en las termas de Entre Ríos y luego llegamos a la Costa Atlántica, por lo que la demanda era muy importante, debiendo  dejar la pastelería en Gualeguaychú para radicarnos en la Costa”.

“Le dejamos el comercio de Gualeguaychú, a un buen empleado que teníamos,  para luego mudarnos e instalarnos con la fabrica, en Las Toninas, con la producción, y la colocación de locales comerciales en las diferentes ciudades de la costa.

Berta cuenta que “está muy feliz por el momento de la fábrica debido a la gran expansión que tiene, con la proyección de exportar sus productos a Uruguay”.

“La Costa Atlántica es una masa de turistas que se recibe, por lo que la producción debe ser sostenida. Cuando nos trasladamos a la Costa llevamos todas las máquinas y luego fuimos sumando tecnología. Hoy producimos entre 10.000 y 12.000 alfajores por hora”.

Berta contó que el alfajor “Carro” tiene 40 años, pero que se fueron sumando otros productos que son elaborados en la fábrica, como conitos rellenos, bombones y chocolate en rama entre otros: “Yo estoy en todos los sectores de la empresa desde la elaboración, embalaje, atención a proveedores y toda la logística comercial” contó.

Berta quien vive en Las Toninas, pero que también viaja a Gualeguaychú en una etapa del año, expresó que “Muchas veces tuve que tropezar, debiendo hacer yo el trabajo cuando no podía pagar a mis empleados. Comencé amasando solo cinco kilos de harina, azúcar y grasa, que me lo daban fiado para pagarlo cuando yo pudiera, pero mis ganas de trabajar eran muchas, por lo que hoy siento orgullo y felicidad de ver la  empresa que logramos” cerró.