A los 75 años falleció el conocido abogado Julio Majul

El abogado Julio Majul falleció este martes luego de las 13.30, tras encontrarse internado en el Sanatorio San Lucas de Gualeguaychú.

Majul se había graduado en la UBA, y fue un defensor de los Derechos humanos, habiendo participado a través de diferentes presentaciones judiciales, en la lucha por la aparición de personas en tiempos de la dictadura.

Fue un referente en el Partido Intransigente, al comenzar a militar desde el año 1972 hasta que renunció en el 22.009. Fue presidente del Comité provincial durante 15 años y formó parte del Comité nacional desde 1987 hasta el 2.005. 

El único cargo electivo que ocupó fue de senador provincial electo sin integrar nunca algunos de los dos partidos mayoritarios en la provincia.

Pero dentro de sus pasiones estaba el periodismo, el ajedrez la literatura y el tango. Dentro del ajedrez fue dirigente en Gualeguaychú, en la provincia y en la Comisión Directiva Nacional.

Julio había nacido el 14 de octubre de 1948, y sus padres fueron Julián y Sarina. Para los amigos de la vida era “Julito”.

Julio Majul se destacó en los diferentes desafíos que encaró en su vida. Como abogado, en los últimos años encabezó la lucha judicial contra la instalación del barrio náutico Amarras en Pueblo Belgrano.

Dirigió el diario Noticias en plena dictadura militar, publicó numerosos artículos y escribió cuatro libros. También fue dirigente deportivo en el ámbito del ajedrez.

El último librro que escribió "kakistocracia"  centró su mirada entrerriana en el amor por la Argentina y la esperanza de un futuro mejor" según lo que expresaba para definir su cuarta propuesta literaria.

Julio Majul se caracterizó por su buen sentido del humor. Como una característica saliente, sufrió de tartamudez desde la infancia. El año pasado, en RADIO MÁXIMA, salió en defensa del dirigente Wado De Pedro, cuando le cuestionaron que no podía ser candidato a vicepresidente por ser tartamudo. En la ocasión, Majul manifestó que “es un disparate grande y una falta de confianza en el pueblo. Con ese criterio no podríamos elegir a un presidente gay, o una presidenta lesbiana, o a un manco, es una cosa de locos. Yo fui tartamudo muchos años, y fui electo senador provincial con más del 50 por ciento de los votos”.