La escalada militar del Reino Unido y la OTAN en las islas Malvinas -a la vista del mundo con un alto despliegue militar- sigue generando extrema preocupación en momentos que las grandes potencias mantienen una prolongada guerra en Ucrania.
Este contexto bélico sin dudas produce claros signos de reacomodamiento de la contención global de los conflictos.
Mientras tanto, se registra una importante tensión financiera por la caída de bancas históricas.
El apoyo que recibe el Reino Unido de esta alianza geopolítica estratégica a la cual pertenece pone en riesgo la región del Atlántico Sur exhibiendo su interés por el control del paso oceánico obligado a los hielos continentales y los recursos naturales en la zona de las islas y la Antártida,
Estas razones marcan como eje central los reclamos soberanos para la abolición definitiva del colonialismo por parte de la República Argentina en Malvinas, usurpadas en 1833 por los británicos y desde hace cuatro décadas renuentes a dialogar sobre la “disputa de soberanía” en tornos a las islas, como lo pidieron las Naciones Unidas en 1965.
Es urgente e imperativo impedir que las grandes potencias avancen en consolidar un poder global militar desde la isla Soledad, en las Malvinas.
Tomemos la información que publica una agencia de noticias pro británica que opera desde Montevideo, Uruguay, sobre el complejo militar de Monte Agradable en nuestras islas confirmando que se trata de la base OTAN más importante del hemisferio sur.
Que crece día a día desde 1985.
Con más de 10 kilómetros cuadrados de extensión, en Monte Agradable están en marcha nuevas construcciones en alrededores de la pista de aterrizaje, también junto al puerto que a poca distancia que adquiere nuevas funciones operativas.
Este desequilibrio armamentístico ya no es ni regional ni continental sino que hablamos de un enclave colonial de importancia estratégica.
La desmesurada presencia del apetito británico por su posesión colonial queda demostrada por la logística de largo alcance y un corredor aéreo diario como línea de transporte militar y civil con escalas en distintos países.
Vuelos que se realizan desde Brize Norton, a 50 kilómetros al sur de Londres, la más grande de las treinta bases que posee la Real Fuerza Aérea Británica en el mundo.
Tráfico aéreo que se ha multiplicado y la mencionada estación aérea obtuvo la habilitación de IATA Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
Esto significa que el Reino Unido tiene un aeropuerto internacional operativo en territorio usurpado.
Datos que reafirman el crecimiento de las instalaciones en Monte Agradable y su dotación que ya superaría la presencia y tránsito de 5000 hombres
Dependencias y guarniciones militares que se pueden observar a través de aplicaciones de uso público, sin restricción alguna.
El costo económico en recursos y elementos que debe ser de miles de millones de libras esterlina, presupuesto militar que es imposible que no haya pasado por el Parlamento de Gran Bretaña.
No tenemos documentación probatoria, pero es obvio que este gasto bélico debió ser tratado y aprobado en forma secreta.
Tampoco está publicado en ninguna agenda y prácticamente es información desconocida
Las resoluciones de la ONU sobre el Atlántico Sur, aceptadas por todas las naciones ribereñas de América y África, la establecen claramente como zona de paz y libre de armas nucleares.
Los nuevos sistemas de misiles para defensa y ataque de última generación instalados en las cercanías de la base suman otro aspecto amenazante.
La sospechosa aparición de construcciones “compatibles” con silos de lanzamiento y protección que no sabemos alcance y poder podrían tratarse de armas de destrucción masiva.
Hace dos años los británicos reemplazaron al sistema antiaéreo Rapier que utilizaron desde 1982.
Instalaron el moderno sistema Sky Sabre, que llaman herramientas para la defensa y protección de las islas, pero en la práctica el complejo Monte Agradable no es otra cosa que un enorme dispositivo de control militar aéreo naval y terrestre.
Este enclave nos muestra su similitud con la historia de Gibraltar en el Atlántico Norte, colonia británica reclamada por el gobierno español.
Como país insular desde el archipiélago británico históricamente se proyectaron sus líneas de comercio de largo alcance a través del poderío colonial de su imperio para obtener sus frutos en una economía donde lo importante es recibir no intercambiar los bienes y la producción
Allí está la explicación sobre los pasos interoceánicos como el acceso al mar interno europeo y los movimientos del resto de Asia con el océano Atlántico.
Similar objetivo cumple la base de Monte Agradable en nuestro Atlántico Sur.
La potencia ocupante utiliza los apoyos de la OTAN y Estados Unidos para mantener un status colonial ante los reiterados y continuos reclamos para la finalización del colonialismo.
De las 17 colonias existentes en todo el mundo 14 son británicas.
A pesar del contundente rechazo diplomático del gobierno argentino, reivindicando nuestra soberanía.
Los desplazamientos por aire tierra y mar en aumento ejercen un monitoreo y control económico de los hidrocarburos, la pesca y el turismo.
Así se viola la Resolución de ONU Número 2065 del año 1965, que Gran Bretaña no cumple y rechaza, negándose al diálogo diplomático entre ambos países.
La consolidación y exhibición de este poderío significa un nuevo concepto de “Disuasión”.
Una ” Disuasión Sur- Norte” que se instala en la zona más austral del mundo con un formidable dispositivo de presencia y control.
que debe ser denunciado ante los todos los organismos multilaterales.
Más grave aún por establecerse en territorio colonial.
Con estos elementos y la última documentación desclasificada por Archivos Nacionales (sitio de publicación de datos ultra secretos con sede en Londres) da crédito que el ilegal gobierno de las islas británicas resolvió trasladar 31 armas sensibles por vía marítima durante el conflicto bélico en el Atlántico Sur,
Sobrevuela así la posible existencia de armas nucleares.
En términos diplomáticos, Argentina nunca logró instalar una clara posición ni una retórica valida al respecto, que lograran frenar e impedir estas decisiones unilaterales.
Nuestro país debe implementar la toma de decisiones con absoluto consenso, apoyadas por oficialismo y oposición.
Cómo así lo indica el mandato constitucional de 1994 que, en su disposición transitoria primera, ratifica la legítima e imprescriptible soberanía en Malvinas.
Dejando de lado iniciativas partidarias que, si bien aúnan intereses para la recuperación plena de nuestro territorio, solo tendrán éxito coexistiendo con políticas de Estado que otorguen así continuidad institucional fuera de toda ideología,
El apoyo de las naciones que recibe la “Cuestión Malvinas” se ve afectado por la presión que ejerce la potencia ocupante sobre esos países para favorecer sus intereses.
Es el caso de las incómodas situaciones planteadas con los gobiernos de Chile, Brasil y Uruguay, con el paso de aviones, barcos, disposiciones económicas o convenios favorables a intereses británicos.
Vacío jurídico existente porque esa solidaridad es a través de acuerdos entre gobiernos, no por aprobación de leyes que se cumplan.
Todo el Atlántico Sur representa un inmenso territorio con enormes recursos naturales y potencial que pertenecen al futuro del mundo.
La República Argentina debe ser respetada en sus derechos también por los países que integran el Tratado Antártico.
El continuo avance de las potencias, es el motivo por el que queremos visibilizar y reclamar las acciones que tiendan a dar solución diplomática definitiva que rescate nuestra soberanía en paz.
Es la deuda más importante de la comunidad internacional que debe transformarse en garante del fin del colonialismo.
* Por Gustavo Abu Arab y Daysi Rendo Gadea, integrantes de la comisión Malvinas de APeRA
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