Sucedió el sábado en una plaza del barrio 200 viviendas y Alejandro Altamirano, el padre del chico, contó que desde enero que habían hecho el reclamo para que vinieran a arreglar la luminaria.
El niño de 11 años estaba jugando en la plaza cuando pisó unos cables que estaban mal encintados y a la intemperie. Por suerte, la corriente eléctrica solo arrojó al menor al piso, quien asustado puso en aviso a su mamá.
“Los médicos dijeron que fue una desgracia con suerte. Podría haber destruido una familia por negligencia de ellos”, expresó el padre.
El menor quedó en observación hasta el domingo y ahora tiene una ampolla en el pie.
Los cables que estaban a la intemperie era producto de una luminaria que estaba rota y que la comisión vecinal del barrio había reclamado el 13 de enero.
“Hoy a la mañana llegue y estaba la cuadrilla poniendo la tulipa, que el reclamo se lo hizo en enero”.
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