Guerra de vacunas: El vuelo de Aerolí­neas no partió a Moscú

Estaba todo previsto para que a las 21 horas de ayer lunes, partiera desde la Terminal de Cargas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza el vuelo 1062 de Aerolíneas Argentinas con destino a Moscú, para traer una nueva partida de vacunas Sputnik-V que están contratadas para antes de fin de mes. Sin embargo, el Airbus A330-200, matrícula LV-GIF no decoló y su salida aparece prevista para este martes a la misma hora.

El motivo del retraso se debe a que el Ministerio de Salud sigue esperando la llamada desde el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF por las siglas en inglés), que maneja la vacuna Sputnik V, que otorguen el visto bueno, pese a que hace una semana dijeron que las vacunas ya estaban disponibles. Se confía en que la llamada moscovita podría producirse en cualquier momento.

Lo que ocurre con la Sputnik V está ocurriendo con todas las vacunas: Pfizer tiene atrasadas las entregas más de un mes y la de Oxford-AstraZéneca recién empezaría a entregarse en Europa dentro de dos semanas. Una explicación posible es que las farmacéuticas sobrevendieron su capacidad de entrega y ahora están en dificultades para cumplir con lo firmado. Varios Estados de la Unión Europea (UE) ya advirtieron que iniciarán juicios penales a los laboratorios en caso de incurrir en atrasos, en el marco de una situación aún más dramática por el rebrote y los toques de queda extendidos en muchísimos de esos países.

La impresión en el Gobierno argentino es que en Rusia existe voluntad de cumplir con lo firmado pero que han surgiendo problemas en la producción. Los términos y plazos del contrato los propuso Rusia, es decir que no existió ningún aceleramiento respecto de lo planteado por el Instituto Gamaleya. El contrato con el RDIF contempla la llegada de cuatro millones de la dosis 1 y un millón de la dosis 2 antes del 31 de enero, pero a la Argentina le sería suficiente que vayan llegando en partidas de un millón de dosis por semana.

Mientras tanto, Aerolíneas Argentinas ya reconfiguró varias de sus aeronaves,asignaron las tripulaciones y acordaron con los pilotos la secuencia de las rutas que, al no ser tradicionales, requerían acuerdo del gremio.

• Maniobras de los laboratorios

La batalla por las vacunas está planteada en todo el planeta. Estados Unidos, que no permite la exportación de vacunas, administró hasta el domingo 21 millones de vacunas. La proporción es que se vacunó a seis de cada 100 habitantes, mientras que en los países europeos lo fueron dos de cada 100 habitantes.

Hay una absoluta oscuridad en los acuerdos con los laboratorios, pero un dato que se conoció en las últimas horas, indica que la UE ya pagó 21.000 millones de euros por 2.300 millones de dosis. Semejantes cifras explican la afirmación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que diagnosticó que millones de personas sin riesgos en los países centrales se van a vacunar antes que personas de más de 60 años y con riesgos en los países periféricos.

Las maniobras también son escandalosas en los precios. A raíz de haber aparecido en Sudáfrica una cepa más agresiva del COVID-19, ese país está en una desesperada necesidad de vacunas. Según las autoridades sudafricanas los laboratorios pretenden cobrarles el doble por dosis de lo que pagan los países europeos. En Israel pasa algo parecido y no obstante el secreto de las cláusulas contractuales, se filtró que los israelíes pagan a Pzifer, un 50 por ciento más que Europa y que, además, el Estado de Israel debe proveer de toda la información detallada con que cuenta sobre los resultados, eventuales secuelas, evolución de los anticuerpos, reacciones después de vacunarse, la cantidad de vacunados que de todas las maneras posibles se contagiaron después de la primera dosis y muchos otros datos que sin dudas le son esenciales para Pzifer.

En este marco de semejante guerra por las vacunas, Argentina tiene un contrato firmado con Rusia y espera que se cumpla mientras sigue adelante con otro plan que parece el más sólido de todos: el Oxford-AstraZeneca por 22 millones de vacunas que llegarían en marzo. Sigue también el diálogo con Sinopharm, la vacuna china, que por primera vez habló de un precio -el doble que las demás vacunas-, pero no comprometió todavía ni una cifra de vacunas ni un plazo de entrega.