En medio de una gran tensión, renunció el Canciller uruguayo Ernesto Talvi

El canciller de Uruguay, Ernesto Talvi, renunció a su cargo este miércoles mediante una carta que hizo pública y que previamente presentó al presidente Luis Lacalle Pou. La Subsecretaria de Exteriores, Carlina Ache, se hará cargo, transitoriamente hasta el próximo lunes del Ministerio cuando asuma el actual Embajador en España Francisco Bustillo como nuevo titular de la Cancillería uruguaya.

La posibilidad de una salida de Talvi del gobierno uruguayo se manejaba desde hace dos semanas, luego de una reunión con el propio Lacalle Pou en la que el ahora renunciante Talvi había planteado su intención de llevar adelante un plan de “nueva diplomacia”, lo que fue terminantemente rechazado por el Presidente.

A partir de ese momento la relación entre ambos se enturbió y en los últimos días también se vivía un ambiente tenso en el Palacio Santos de Montevideo, sede de la Cancillería uruguaya. El primer síntoma fue la ruptura de todo diálogo entre Talvi y su Subsecretaria Ache, quien ahora lo reemplazará momentáneamente. Hacía más de diez días que Talvi y Ache no se comunicaban.  

También Talvi comenzó a protagonizar ciertos encontronazos con el número tres de la Cancillería Diego Escuder, pero los que hizo precipitar los acontecimientos sucedió este lunes 29 de junio, cuando el ahora ministro renunciante protagonizara un serio enfrentamiento a los gritos con la Directora General para Asuntos Económicos Internacionales, Victoria Francolino.

En la misiva dirigida al Presidente que Talvi publicó en Twitter, anunció que “ha sido un privilegio servir a los ciudadanos de mi país desde la Cancillería en este tiempo en el que hubo que enfrentar desafíos sumamente complejos”.

Seguidamente dejó entrever la existencia de diferencias con el presidente Lacalle Pou, al manifestar que “los tiempos en el gabinete los marca el Presidente de la República. Le presento entonces mi renuncia al cargo. Nada más lejos de mi intención que ser un obstáculo en el deseo de nombrar al Ministro de Relaciones Exteriores que considere más apropiado para acompañar su gestión".

En su carta, el Canciller saliente también expresa que su intención era permanecer en la Cancillería hasta fin de año, luego de finalizar la Presidencia Pro-Témpore del Mercosur que Uruguay asumirá este jueves 2 de julio. También señala que otro de sus objetivos era concretar los acuerdos entre el MERCOSUR y la Unión Europea (UE), y retomar negociaciones comerciales con Canadá, Singapur y Corea del Sur.

• Bustillo, el sucesor

En las últimas horas, trascendió oficialmente que el Diplomático de carrera y actual Embajador de Uruguay en España, Francisco Bustillo, será designado como nuevo ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Luís Lacalle Pou quien este jueves firmaría el decreto respectivo. Bustillo fue nombrado en 2012 para representar a su país en España por el ex presidente frenteamplista Tabaré Vázquez. Está previsto que Bustillo viaje a Montevideo mañana viernes y asuma el cargo el lunes 6 de julio, a pesar de que está obligado a cumplir obligatoriamente con la cuarentena como todo uruguayo que ingresa a su país procedente del exterior.

Se da la circunstancia que Bustillo es amigo personal de Alberto Fernández desde hace varios años, al punto que Bustillo fue a recibir al Aeropuerto de Barajas y alojó, en su residencia particular de Madrid, a Fernández y a Fabiola Yáñez, cuando ambos viajaron a España poco tiempo despues de las elecciones presidenciales argentinas de 2019. De hecho, Lacalle Pou ya quiso trasladar a Bustillo desde Madrid a la Embajada en Buenos Aires, donde ya había estado al frente de esa representación, años atrás. 

La trayectoria diplomática de Bustillo es amplia, habiendo ocupado diversos cargos, entre ellos el de Delegado Permanente de su país ante el Comite Intergubernamental de la Cuenca del Plata (CIC), Embajador en Ecuador y tambi'en ocupó la Dirección de Asuntos Bilaterales de la Cancillería uruguaya. En 2005, el entonces presidente del Frente Amplio, José Mujica, nombró a Bustillo como Embajador en nuestro país, cargo que ocuparía hasta 2010.

Precisamente fue entre 2005 y 2010 que Fernández y Bustillo se conocieron a raíz del conflicto por la instalación de la planta de celulosa de la corporación UPM (ex Botnia) en Fray Bentos, y ambos participaron en Madrid de las reuniones de que el Gobierno español había propuesto para mediar entre Argentina y Uruguay para llegar a un acuerdo en el conflicto por la pastera. Fernández, por entonces Jefe de Gabinete del gobierno de Néstor Kirchner, encabezó la delegación argentina que participó en las deliberaciones de aquella fracasada mediación, y que derivó finalmente en que todo terminara ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.