"Es difí­cil detectar las rutas y los formatos del éxtasis"

La Policía de Entre Ríos desbarató una organización que ingresaba pastillas de éxtasis por Rosario y Victoria, y ahora se investiga la distribución en Entre Ríos. José Mario Herrera, subdirector de Toxicología de la Policía de Entre Ríos, aseguró en RADIO MAXIMA que “es muy difícil poder detectar la presencia de drogas de diseño, porque no solo se comercializa en forma de pastillas”.

Herrera dijo que “tenemos conocimiento de acuerdo a procedimientos anteriores realizados en Entre Ríos, que las pastillas de éxtasis llegan desde el exterior, especialmente de Bélgica donde están los principales laboratorios que las fabrican y aquí se han producido grandes secuestros en zonas circundantes a aduanas o aeropuertos. El año pasado en la Aduana de Paraná se encontraron 33 mil pastillas que provenían de Alemania. También detectamos meses atrás, un importante cargamento en el Túnel Subfluvial que era transportado por un joven santafesino de Santo Tomé, a quien estábamos investigando. Se le encontraron pastillas de varias variedades de éxtasis, marihuana y cocaína y las distribuía en el mundo de los boliches, a los que estaba vinculado”.

Respecto a la forma en la que la droga llega al mercado, Herrera explicó que “el éxtasis se comercializa en forma de pastillas y también en otros formatos como troqueles de LSD, en polvo e incluso también líquido. Investigar las rutas y las formas en las que llegan las drogas sintéticas es muy difícil y en el caso de este sujeto de Santo Tomé que logramos detener, traía la sustancia muy camuflada y muy bien ocultada, por lo que muchas veces es difícil de detectar”

Con relación a la detección de la droga, el funcionario policial mencionó que “estamos en pleno proceso de entrenamiento de canes especializados en detectar estas sustancias sintéticas y actualizando las variantes de éxtasis que han salido recientemente al mercado, porque salen a la comercialización a nivel mundial hasta tres nuevas versiones diferentes por semana de drogas de diseño. Los consumidores europeos o de Estados Unidos son muy exigentes en cuanto a la calidad de la sustancia y cuando se quejan, los traficantes derivan esas sustancias de baja calidad que no son aceptadas en Europa o Estados Unidos a mercados emergentes como el nuestro”.

En cuanto al perfil al que van destinadas estas sustancias, Herrera agregó que “los que consumen esta clase de drogas de diseño suelen ser personas que residen en centros urbanos y de alto poder adquisitivo ya que hay que tener en cuenta que una sola pastilla se está vendiendo a 300 pesos y uno de los ámbitos donde se suele vender son las fiestas electrónicas”.